miércoles, 11 de agosto de 2010

✍ Si no se propaga, se pudre

Esa es la propuesta de un documento exquisito difundido por Convergence Culture Consortium con Henry Jenkins como vocero estrella. ¿La hipótesis de If It Doesn’t Spread, It’s Dead: Creating Value in a Spreadable Marketplace? La circulación y la transformación generan valor sobre los contenidos y redefinen el sentido de los mensajes.

Para Jenkins y los suyos, se hace añicos la promesa de la viralidad que supone audiencias infectadas involuntariamente por el mensaje de las marcas, se desvanecen los sitios-catedrales y el nuevo framework para los medios no puede estar compuesto sino por una estrategia híbrida que los prepare para ser modificados y redistribuidos.

Todas las profesiones fueron creadas para resolver un problema concreto. Si, simplificando, los periodistas y los medios se especializaron en producir y distribuir contenidos (al punto que hasta los modelos de negocios están atados a la distribución) para sociedades con una vida cotidiana compuesta por tiempo abundante y escasez informativa, cómo se reorganiza la industria ante la amaterurización masiva (¿e irreversible?) de la producción, publicación y distribución.

Para Jenkins y equipo, lejos de ser un peligro, como lo interpretó la industria discográfica, la propagación y la reelaboración de contenidos por parte de las audiencias es una oportunidad radical para una reconversión inevitable.

Fresco, claro y divertido, If It Doesn’t Spread, It’s Dead: Creating Value in a Spreadable Marketplace nos propone vernos con nuevos ojos y redefinir lo que comúnmente entendemos por calidad.